El Ministerio de Salud Pública de la Nación financiará el proyecto de investigación denominado “Detección y caracterización de agentes potencialmente zoonóticos en burras nativas de Argentina y su leche, para su utilización en personas con alergia a la proteína de leche de vaca, niños, gerontes e inmunosuprimidos”, que es dirigido por el Prof. Pablo Tamiozzo e integran el equipo los profesores Luis Losinno y Natalia Illanes.
La leche de burra es una fuente nutricional alternativa para grupos de población específicos como los lactantes, ancianos, inmunodeprimidos y alérgicos a la proteína de la leche de vaca. Debido a su composición contiene muy baja carga de bacterias, sin embargo, varios agentes potencialmente zoonóticos han sido hallados en la misma. En nuestro país no existen antecedentes acerca de ello, por esto el objetivo de este proyecto exploratorio es detectar y caracterizar algunos agentes potencialmente zoonóticos en burras nativas de Argentina y su leche.
El proyecto se trabajará de forma interdisciplinaria entre los departamentos de Producción Animal y de Patología Animal de la Facultad de Agronomía y Veterinaria.
“Esta investigación surge de un proyecto original de producción de leche de burra para consumo humano, especialmente para bebés alérgicos que fue generado en nuestros laboratorios hace 4 o 5 años. Nosotros postulamos esta misma beca y la ganamos en 2020, tuvimos ese subsidio durante 2020 y 2021 es el antecedente de este proyecto. La idea es ir involucrando a otros investigadores de otras áreas basados en el mismo eje temático”, destacó el profesor e investigador Losinno.
Según destacó el docente investigador: “El destino más importante de la leche de burra son los bebés enfermos o sea son los bebés hasta un año y medio que tienen alergia. Por eso todos los recaudos desde el punto de vista sanitario que uno tome son siempre pocos”. Dijo que la gran mayoría de los burros que en un futuro van a estar disponibles para la producción de leche son burros ferales, asilvestrados, animales domésticos que por 100 a 200 años escapan del control humano y viven en el NOA o en el impenetrable, bosques centrales de Santiago del Estero o en la Patagonia. Estos animales se llaman asilvestrados porque están fuera de la presión humana. Entonces sobre esas poblaciones hay muy poca información sanitaria y como es la población de dónde van a salir los animales productivos creemos que es pertinente empezar a estudiarlos”.
Por su parte, el Prof. Tamiozzo comentó que “la idea del proyecto es hacer una primera aproximación a patógenos no convencionales en leches de burra. Básicamente se va a buscar anticuerpos contra brucelosis y tuberculosis que son enfermedades zoonóticas bien reconocidas en otras especies y concretamente la leche patógenos potenciales como salmonella, Listeria monocytogenes y otros agentes más por distintas metodologías. Se trabajará con leche de un tambo que se encuentra en Villa María que es un tambo armado con 150 burras que ya están en ordeñe, que ya están produciendo leche pre y post pasteurización para evaluar ese proceso en presencia de estos patógenos y después en la población entera de ordeñe del tambo”.
El director del proyecto señaló que “tradicionalmente los burros se los trata como caballos pequeños y son otra especie, tienen diferentes susceptibilidades a enfermedades. Los burros en general son animales bastante sanos, en comparación con otras especies”.
Explicó que es “un estudio exploratorio porque se conoce poco general del tema en nuestro país. No sabemos con qué nos vamos a encontrar, pero es interesante buscar. No existe en Argentina legislación sanitaria de la leche de burra que sí existe para otras especies. Entonces este trabajo es original porque nos estaríamos adelantando a una posible legislación futura en cuanto a la detección de determinados patógenos”.
En tanto la Prof. Illanes detalló que en la investigación se va a trabajar desde el Departamento de Patología Animal donde se van a procesar las muestras y se va a detectar por bacteriología y pruebas moleculares Salmonella, Estreptococo, Enterococos, Estafilococos, Listeria monocytogenes, Mycobacterias, Toxoplasma gondii, Mycoplasmas, entre otros patógenos. 
Sobre la importancia del estudio destacó: “Pensamos que va a ser súper novedoso desde el punto de vista patológico de poder ver qué enfermedades hay y cómo impactan. La idea es ofrecer un producto que sea sano y tener en cuenta la sanidad de los animales de donde sale este producto”.
