En el marco del trabajo articulado entre la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNRC y la Secretaría de Educación, se comenzó a trabajar a partir de finales del mes de marzo en el mantenimiento y restauración de los postigones exteriores de FAV por parte de estudiantes de la Escuela de Carpintería. Como también en el dictado del Taller de huerta desde la Facultad que está destinado a los jóvenes estudiantes.
“La intención directriz de dicho convenio es generar procesos de vinculación entre la Casa de altos estudios de la ciudad y el alumnado adolescente que concurre a la Escuela Taller de Carpintería Municipal, además de acompañar conjuntamente procesos de aprendizaje, incorporando a su ideario la posibilidad cierta de acceso a la educación superior”, destacó el Coordinador General de la institución Adrián Gutiérrez.
Señaló que la tarea se realiza con un grupo de jóvenes que está bajo la supervisión de profesores y coordinadores pedagógicos y es parte de la actividad práctica que conlleva el aprendizaje del oficio de carpintería.
El profesor Gutiérrez precisó que en el trabajo de carpintería “participan la totalidad del alumnado en sus diferentes turnos, tanto por la mañana y por la tarde. La cantidad de postigones a reparar son 100 en este año y en la actualidad hemos reparado 72. Las tareas que se realizan sobre los postigones es el reemplazo de celosías y batientes laterales, aplicación de impregnante y posterior pintado”.
En cuanto al proyecto de Huerta, está a cargo del área de Producción Hortícola de la FAV y se desarrolla en dicha Escuela de Carpintería que depende el Municipio donde asisten 12 estudiantes.
Los docentes Fabricio Salusso y Rosina Cabrera, integrantes del área de Producción hortícola, comentaron que han comenzado a trabajar en la huerta desde mediados de año. Es un espacio de 10 por 15 metros, aproximadamente 150 m2, donde se siembran diferentes tipos de hortalizas de hoja, hortalizas de fruto y además, se han plantado una cierta cantidad de especies aromáticas. También se ha conformado una compostera para que se pueda producir el compost que es integrado a la huerta.
Según consideraron, el objetivo principal del taller de huerta es que los jóvenes aprendan a cultivar sus propias hortalizas, en un espacio de trabajo colaborativo, obteniendo alimentos de calidad y proximidad, pudiendo multiplicar su experiencia en su ámbito familiar.
